Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo,
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
¡Ay!, pensé; ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz como Lázaro espera
que le diga «Levántate y anda»!
(Gustavo Adolfo Bécquer)
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(Gustavo Adolfo Bécquer)
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Letras, letras,
palabras que me vienen
a la mente;
y tinta y hojas,
hojas que acarician
mi mano
suavemente,
con un susurro
de encanto,
con una magia
de ensueño,
con un rumor
de vida.
1 comentario:
Gracias
:)
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